Juana María garcia Ladron de guevara

 

Este PFC emerge ante el escenario actual de Madrid. La conocida teoría científica denominada “Efecto Mariposa o teoría del caos ” que sostiene que una acción mínima puede generar repercusiones a gran escala, puede ayudarnos a entender lo determinante que es el papel del arquitecto actualmente en la sociedad y el gran alcance que pueden llegar a tener cada pequeña intervención que haga.

Una pequeña perturbación inicial, podrá generar un efecto considerablemente grande, a corto o mediano plazo de tiempo. Y está en nuestras manos gestionar esa perturbación.

Analizando cuatro elementos que diariamente se acumulan de forma invisible en nuestro contexto urbano, este proyecto intenta identificar a tiempo estos componentes y ser capaz de entender las cadenas acumulativas imperceptibles que se van adueñando de la ciudad, para intentar así dar respuestas autómatas y en cadena mediante prototipos que reaccionan a esos signos antes de que se conviertan en situaciones de caos urbano que nos rebasen.

El ruido (O por ejemplo, un simple decibelio más en la M-30), las luces (O ese nuevo haz de luz que se emite en Gran Vía de noche), los gases (Un gramo de CO2 que se suma a los muchos ya acumulados próximos al Retiro) o los ritmos (Un simple flujo más de gente fruto de un horario de tren nuevo en Atocha) pueden hacer que la balanza venza. Y establecen vínculos muy directos con el lugar donde se insertan, encontrando puntos que comienzan a verse afectados antes que otros.

Identificando e interpretando esos vínculos podremos enfrentarnos así a un contexto urbano que enferma a un ritmo frenético, midiéndonos y entendiendo el caos no como algo irremediable sino como una herramienta descomponible y abordable desde la sensibilidad del elemento mínimo, capaz de convertirse en un verdadero aliado proyectivo.