“Hacerse un selfie es la búsqueda de uno mismo en la realidad que percibe, convirtiéndose en su propio espectador y en la imagen que de sí desea proyectar.”

Juan Sanz es fotógrafo especializado en fotografía móvil y artista visual. Toda su obra está realizada con un teléfono móvil y realiza proyectos expositivos y de docencia para desarrollo de contenidos visuales con Smartphone.

En su proceso de construcción identitaria como artista, el selfie le ha ayudado a conocerse a sí mismo y simultáneamente ha transformado la experiencia en un hecho artístico. Nos plantea las preguntas ¿Cuál es la imagen que quieres proyectar de ti mismo dentro de unos años? y si ¿Ésta es la que quieres y necesitas difundir? ya que en la medida en que esa imagen se difunde pasa a ser pública, sin que la persona logre vislumbrar que con el afán e inmediatez por estar conectados con todo y con todos, a la larga se desconecta de sí misma y se aleje de quien es en realidad.

Sanz, en sus primeros selfies se dio cuenta de que le gustaba verse como sombra que ocupaba el espacio, tomando así una posesión del entorno al mismo tiempo que construía otras realidades, posteriormente fue desapareciendo como sombra para aparecer como un ser real pero algo difuso, hasta llegar a integrarse a las obras de otros artistas, dando fuerza así a la presencia de otros en su obra como un reconocimiento de que se es un ser relacional afectado por el medio, la cultura y la sociedad en general. Con el tiempo va encontrando su propio lenguaje y comprende que lo importante no es que él aparezca en la imagen, sino que la imagen evidencie su presencia intelectual, al reflejar en la fotografía su postura ante lo que observa a la vez que él va desapareciendo de sus propias fotos.

Para Sanz su obra es un proceso artístico con el que pretende comunicar-se y relacionarse con el mundo; su teléfono móvil ha sido la herramienta imprescindible para pasar desapercibido ya que siempre la ha tenido a mano para usarla para descubrir esos pequeños detalles que lo “aproximan” a un mayor conocimiento de sí mismo.

La presentación se ilustrará con 20 imágenes que muestran su trayectoria identitaria y el proceso creativo en el que el selfie se convierte en el instrumento de autoafirmación y de consolidación de una experiencia artística.